Papeles
de historia 1
Desde
la Colegiata de santa María de Xàtiva
Aproximación
a una historia
A RTURO
CLIMENT
BONAFÉ
ABAD
DE XÀTIVA
INTRODUCCIÓN
Iniciamos hoy en la Hoja parroquial La
Seu una nueva sección que aparecerá como norma general todas las
semanas con el fin de poner al alcance de todos una aproximación a la
historia de la Iglesia Colegial Basílica de santa María de Xàtiva en
sentido catequético sin olvidar la parte técnica, arquitectónica, artística
y social que la Construcción de la Colegiata y su importancia a nivel
social ha tenido y tiene en la actualidad.
Se ha escrito mucho y bueno sobre este tema. A ese fondo de
sabiduría que los expertos nos han dejado, y del que también es fuente
inagotable el Archivo Colegial, recurriré.
¿Qué se pretende con esta iniciativa semanal? Poner al alcance
de la gente y sobre todo de las nuevas generaciones la historia de
nuestra Iglesia de Xàtiva para que la conozcan y la amen, la valoren y
se sientan miembros activos de ella.
Yo, que hablo con muchísimos jóvenes, me percato de la falta de
conocimientos que tienen de todo nuestro patrimonio religioso y de
nuestra historia, puede ser que a muchos no les interese, pero, a pesar
de ello, debemos crear ganas y despertar curiosidad e interés; pongo
algún ejemplo: pregunto, ¿sabes quién era Juan Pavía?, ¿y Maluenda?,
¿y el Papa Benedicto XIII?, ¿y Alejandro VI?, ¿san Jacinto Castañeda?,
¿el Abad Plá? ¿las Santas? La respuesta es siempre la misma: no.
Pues la finalidad de estos Papeles de Historia es enseñar,
ilustrar, acercar de manera muy sencilla y elemental todo lo nuestro al
pueblo y sobre todo a la gente joven a quien le haremos llegar este
Mensaje. ¿Lograremos el propósito? Yo creo que sí. Y empezamos.
1. EN EL PRINCIPIO
Una antiquísima tradición sitúa a las santas Basilisa y Anastasia
hijas de Xàtiva en el siglo I. Si esta tradición es firme y veraz,
debemos partir del siglo I.
Me gusta pensar, y no resulta imposible, que el eco de la
predicación de san Pablo, desde Tarragona, llegara a la antigua
Saetabis y estas dos santas se sintieran atraídas por la fe cristiana.
En Xàtiva se les conoce poco y muy poca devoción se les profesa; sin
embargo buceando en el Archivo de la Colegiata encontramos datos muy
interesantes. Se les nombra siempre como copatronas de la ciudad, tienen
oficio propia en la Liturgia de las Horas y fiesta Mayor en el tercer
domingo de Pascua. Su martirio fue el 15 de abril. Además hay que tener
en cuenta la ermita de las Santas –hoy desaparecida–, la calle de
las Santas, y las puertas gemelas de la Colegiata dedicadas a la memoria
de ellas; también figuran en el panel de cerámica enfrente del
campanario y, si Dios quiere, las tendremos en un retablo también de
cerámica que colocaremos en la ermita de sant Josep allá por agosto de
este año 2005.
¿Qué indica todo esto? Algo muy claro y evidente: desde muy
antiguo se venera en Xàtiva la memoria de estas dos mujeres aclamadas
como Santas mártires de la época apostólica. Ya quisieran algunos
pueblos gozar de esta hermosa tradición. Pero Xàtiva tiene tanto que
la mayor de las veces se le olvidan las cosas, las personas y sus hechos
religiosos más importantes. Y si existen, apenas se les valora. Hay que
recuperar la memoria histórica.
Existe una publicación fechada en 1950 y firmada con las
iniciales R.A.G. en la que se habla
de nuestras Santas. Como fuente es
interesante. De ahí tomaré los datos más importantes.
SANTAS BASILISA Y ANASTASIA
La tradición hace nacer en Xàtiva a estas Santas, en una familia de
sastres – durante muchos años fueron patronas de ese gremio en la
ciudad; parece ser que se hicieron cristianas gracias a la predicación
de san Pablo. Sabemos que el Apóstol de las Gentes, con toda
probabilidad predicó en España. Si se afirma que pertenecían a la
tribu Galeria afincada en Saetabis, no es tan complicado seguir la
trayectoria de las jóvenes cristianas hasta Roma. España era provincia
romana y Saetabis una de sus mejores y florecientes ciudades.
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Martirio
de las santas. Grabado antiguo. |
A Basilisa y Anastasia se les ve en Roma, capital del Imperio
junto a la comunidad primitiva de los cristianos, a la sombra de los Apóstoles
san Pedro y san Pablo.
Nerón, aquel emperador cruel y nefasto para Roma y el
Cristianismo, persiguió de manera atroz a la nueva Religión. Se
enfureció contra la cabeza de la Iglesia, el Obispo de Roma, su primer
Obispo, san Pedro, el Pescador.
La Iglesia desde su nacimiento es perseguida. ¡Cuánta sangre
derramada! Aquello de Tertuliano: “la sangre de los Mártires es
semilla de nuevos cristianos”, siempre se ha cumplido. Nerón pretende
eliminar a los cristianos y cuantos más asesina, más surgen por el
mundo entero. No pudo con el Cristianismo, ni con la Iglesia. Ya lo dijo
Jesús. Y eso se cumple.
La persecución de Nerón acabó con san Pedro a quien crucificó
cabeza abajo en el Vaticano en el año 64 y luego asesinó a san Pablo,
extramuros de la ciudad en el año 67. La tradición coloca a nuestras
Santas en el momento del martirio recogiendo con veneración y cariño
el cuerpo del Apóstol. Un mural en la Abadía de Tre Fontane, lugar del
martirio, las retrata perfectamente.
Pero la persecución no termina con la muerte de los Apóstoles.
Fueron innumerables los Mártires de la Iglesia Romana, de tal manera
que la liturgia dedica el 30 de junio a recordarles a todos en una misma
veneración y festividad.
Las persecuciones no cesaron en Roma y luego en el mundo entero
hasta hoy en pleno siglo XXI, la Iglesia continua perseguida y
martirizada.
Lo que respecta a las Santas, no podemos afirmar rigor histórico,
sí la tradición, y en la Iglesia la Tradición tiene un valor
extraordinario, no todo está escrito. En nuestro caso, en Xàtiva las
piedras nos hablan de las santas Basilisa y Anastasia y algunos Papeles
históricos posteriores al siglo en el que vivieron las Santas también.
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Antigua
ermita de las santas. |
Lo importante que deseo remarcar es que estas Santas conocieron a
Jesucristo mediante la evangelización y lo acogieron con alegría e
ilusión. Profundizaron en el conocimiento de Cristo, lo amaron, no se
volvieron atrás, fueron coherentes con el Evangelio y dieron la vida
por él.
No tuvieron miedo a las persecuciones, fueron mujeres muy
valientes y decididas.
Su martirio fue consecuencia de la vida que llevaron. Vivieron
para Cristo y con Cristo murieron. Gozaron de la compañía de los Apóstoles
a quienes sirvieron y como ellos murieron dando gloria al Señor
resucitado.
Ellas constituyen, pues, nuestras raíces en la fe cristiana de Xàtiva.
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