Terminado el Congreso
eucarístico mariano de 1948, el Abad don Juan Vayá continúa con la
reconstrucción de la Iglesia Colegial.
El 31 de julio de 1948 la imagen de san Félix es bajada desde la antigua
catedral a la Seu para la fiesta del 1 de agosto. El Abad aprovecha la
fiesta del Patrono de Xàtiva para invitar a los fieles a colaborar en la
nueva imagen para la Colegiata y desea que esté hecha para el año
próximo.
En diciembre de este mismo año ve culminada la obra de las 27 vidrieras;
en el Archivo, podemos leer el nombre de los benefactores y el precio de
cada una de ellas.
El Abad llevaba en mente una obra social de embergadura: el comedor de
caridad. Después de varias dificultades y problemas, todo se supera y el
27 de noviembre de 1949 se inaugura este Comedor para dar de comer a los
pobres. Durante 17 años realizará una hermosa labor en la ciudad.
Una vez restaurada la Custodia, don Juan lanza la idea de construir una
carroza para poder sacarla en procesión; el presupuesto es de 10.000
pesetas.
El domingo 29 de enero de 1950 se representan en Xàtiva els Miracles de
sant Vicent en la plaza de Calixto III y con la asistencia del Arzobispo
don Marcelino.
Y a la vez toda Valencia se concentra en Xàtiva para celebrar el VI
Centenario del nacimiento y bautismo de san Vicente Ferrer. Se organizan
varios actos en la Colegiata y en el Círculo Católico. Concluyeron los
actos conmemorativos con la procesión de san Vicente.
Una placa en la fachada principal de la Seu recuerda estas
celebraciones.
Imagen de sant Feliu
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¿Por qué se organizan estos actos en Xàtiva? No encuentro otra razón que
por la vinculación al Papa Calixto III que fue quien canonizó al Santo
valenciano y por la profecía que éste hizo referente al niño Alfonso de
Borja. No podemos olvidar que san Vicente Ferrer estuvo dos veces, por
lo menos, en Xàtiva. Consta que predicó durante la Cuaresma de 1410 y en
otra ocasión.
En mayo de este año 1950 ya está esculpida la nueva imagen de sant Feliu
para la Colegiata y también sus andas. Se colocará en una capilla y allí
permanece hasta ahora. La imagen es preciosa y el semblante de san Félix
impresiona por su fuerza y belleza. Desde hace muchos años no se le saca
en procesión.
Para su fiesta y triduo se le coloca en el Altar Mayor junto a la Mare
de Déu de la Seu. Permanece ahí hasta después del día de la fiesta de la
Virgen.
Como sabemos, el 1 de noviembre de 1959 se proclamará el dogma de la
Asunción de la santísima Virgen a los cielos.
Este dogma se había preparado desde todas las Parroquias del mundo.
Xàtiva también participó; por eso el 31 de octubre, víspera del gran
acontecimiento mariano, se celebró en la Seu un importantísimo acto con
la asistencia de las imágenes de la Virgen del Puig, de la Merced, la
Inmaculada, del Rosario, Inmaculado Corazón de María y la Mare de Déu de
la Seu. Con todas ellas se organizó una procesión en la que se iba
rezando el santo Rosario por las calles de Xàtiva.
Al iniciarse el nuevo año 1951, se continúa con la limpieza de las
bóvedas y pilastras del interior de la Colegiata.
Los fieles colaboran con sus donativos. El presupuesto para la limpieza
de la nave central es de 30.000 pesetas, mucho dinero para aquella
época. Pero el Abad pudo con todo.
Los jóvenes del arciprestazgo de Xàtiva peregrinan a la Seu para visitar
la imagen de la Mare de Déu. Se celebra Misa solemne y procesión de la
Virgen hasta la ermita de sant Josep.
El sacerdote don Vicente Ibáñez Espinosa regala la imagen de santa Lucia
que adquirió en un anticuario de Valencia; se trata de una talla muy
hermosa del siglo XVII que se puede venerar en una capillita del crucero
de la Colegiata.
Un acontecimiento importante es la Visita Pastoral. La última se celebró
en 1933; de ella tenemos el Acta y los Inventarios que se hicieron para
la Visita; estos inventarios constituyen un interesante documento para
saber el patrimonio de la Iglesia Colegial en vísperas de la Persecución
Religiosa de 1936 donde tanto fue robado, quemado y saqueado. Esta
Visita Pastoral la llevará a cabo el arzobispo de Wethymna don Emilio
Lisón, peruano, en nombre del Sr. Arzobispo. Don Emilio desarrolló una
inmensa labor en Valencia por medio de las Visitas pastorales. Aquí
murió en olor de santidad y fue enterrado en la cripta de la catedral.
En los últimos años se ha iniciado su proceso de canonización en
Valencia. Sus restos han sido trasladados al Perú.
Y llega una fecha importante que el Abad esperaba con ansia: el 14 de
febrero de 1952. Ese día se consagra la Mesa del Altar Mayor; el
Arzobispo delega al Abad para este acto.
En el pergamino colocado en su interior se escribe lo siguiente: “Año
del Señor 1952, 14 de febrero, yo Juan Vayá, Abad Párroco de la Insigne
Iglesia Colegial bajo el título de la Asunción de la Bienaventurada
Virgen María, delegado del Exmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo Diocesano Doctor
Don Marcelino Olaechea y Loizaga, consagré con el rito prescrito por la
Iglesia, este Altar depositando en su sepulcro las reliquias de los
gloriosos Mártires Vicente, patrono de Valencia y Bernardo, patrono de
Alcira”.
Imagen de santa Lucía
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Por primera vez se celebra la Vigilia Pascual por la noche. El Abad
aprovechó la Cuaresma para catequizar a los fieles y pudieran entender
el cambio y vivir a la vez el significado tan grande que tiene dentro de
la vida de la Iglesia la Vigilia Pascual.
Quizás ahora no le demos importancia a ese cambio, pero entonces fue
realmente significativo, pues la liturgia se celebraba el sábado por la
mañana, sin apenas asistencia de fieles, era día de trabajo, en latín y
ritos que la gente apenas entendía. La reforma litúrgica iniciada por el
Papa Pío XII con la Semana Santa chocó mucho en aquel momento pero luego
se vio la enorme ventaja que acarreó en todas las Parroquias. Entonces
se celebraba todo por la mañana.
Luego vino la gran reforma del Concilio Vaticano II que dio a todas las
celebraciones de la Semana Santa la categoría, la fuerza y belleza de la
que gozan actualmente. De todo ello damos gracias a Dios a boca llena.
Continúan colocándose nuevas vidrieras: san Francisco Javier y el
Arcángel san Gabriel. Y en este estado de cosas una persona costea la
imponente imagen de san Joaquín para el Altar mayor, idéntica a la que
quemaron en 1936 y que formaba conjunto con el Retablo mayor. El Abad
piensa que no debe ponerse hasta tener también la imagen de santa Ana,
ambos padres de la Virgen María, de ahí el puesto preferencial en el
Retablo.
En febrero de 1953 comienza a montarse el retablo de san Jacinto
Castañeda, entonces Beato; un grupo de personas está al frente de todo
este movimiento y promueve una suscripción popular para pagar los gastos
del retablo. También una familia regala el medallón de bronce de la
Asunción de la Virgen colocado sobre mármol negro bajo la imagen de la
Mare de Déu de la Seu en el Retablo mayor. El anterior era de plata y lo
regaló el Cardenal Cebrián.
Llega una buena noticia para la Colegiata.
El Ministerio concede 1.323.986 pesetas para la reconstrucción de la
Colegiata. Imagínense lo que eso supone en 1953. Un gran alivio para
trabajar tranquilamente en la restauración de lo que era la fábrica
interior y exterior de la Colegiata.
El Obispo Auxiliar de Valencia visita Xàtiva con el fin de preparar a
los para la celebración del Año Santo Mariano que comenzará el 8 de
diciembre, fiesta de la Inmaculada.
Y algo que se esperaba también con ansias: el principio de 1954 el
Arzobispo eleva a categoría de Parroquia la iglesia de san Pedro, hasta
ahora era filial de la Colegiata.
La familia López Furió regala a la Seu el grupo escultórico de la Virgen
de las Tres Avemarías, obra esculpida por Arturo bayarri, de Valencia.
Está colocada en la capillita próxima a la entrada de la sacristía.
Imagen de la Virgen de las Tres Avemarías
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