2. EL
ARA DEL OBISPO ATANASIO:
HACE AHORA MIL QUINIENTOS AÑOS
Don Vicente Pons Alós, sacerdote y profesor, nos hace un minucioso
estudio sobre el Ara del obispo Atanasio que históricamente marca la
presencia del Cristianismo en Xàtiva. A este estudio me remito en este
número dos de nuestro fascículo.
Pocos historiadores han tratado el tema de los orígenes del
Cristianismo en Valencia con la maestría de Enrique Llobregat Conesa.
El que fuera durante muchos años director del museo arqueológico de
Alicante señalaba que “en rigor únicamente podemos hablar de la
presencia de Cristianismo o de cristianos cuando aparecen testimonios
bien sea de carácter textual, bien sea de carácter arqueológico.
Desde este punto de vista el primer testimonio textual de carácter
cristiano en que se hace referencia a Valencia es el martirio de san
Vicente, la Passio Sancti Vicentii, redactada después del 386. El mismo
autor vincula los orígenes del cristianismo valenciano al norte de África
y los hace comenzar a partir del primer tercio del siglo IV de nuestra
Era. Sin embargo, y aunque el protagonista de Saetabis en el Alto
Imperio parece presuponer la pronta instalación de una comunidad
cristiana en esta ciudad, hay que esperar al siglo VI para comenzar a
documentar aquí una primera comunidad cristiana.
|
Iglesia
de sant Feliu |
Es una situación de lujo que en la antigua Saetabis hay
constancia histórica de la presencia de una comunidad cristiana en ese
siglo y además con Sede Episcopal. Si históricamente comenzamos en esa
época ya es motivo de gozo y de satisfacción para la actual Xàtiva
cristiana.
El primer obispo Setabitano documentado es Mutto, figura en el
III Concilio de Toledo celebrado el 589, firmando en el lugar séptimo
de los asistentes, lo que indica un episcopado ya antiguo.
Vuelve a asistir a otro concilio de Toledo el año 597. Con
anterioridad, el 549, asiste al Concilio de Valencia un tal Setabius o
Setabinus, nombre que según el Beato Gonzalo Viñes podría hacer
referencia a un obispo de Saetabis. No volvemos a encontrar ningún
obispo de esta sede hasta el año 633, coincidiendo con el IV Concilio
de Toledo, en que aparece Florentius, nombre que vuelve a consignarse el
636. no asistirá ningún obispo de Saetabis a los siguientes concilios
hasta que en el VIII Concilio de Toledo año 653, asiste el obispo
Atanasio, el mismo que consagró el altar que aparece en la fotografía;
el mismo obispo Atanasio asistirá a otros concilios, IX en el 655, X en
el 656 y XI en el año 675. Su ancianidad en este último concilio le
hace firmar las actas el primero después del Metropolitano de Toledo.
Con posterioridad los Concilios de Toledo citan otros tres prelados
setabitanos: Isidoro I (681), Arturius (683) e Isodoro II (688-693).
Como testimonio de la vida de estas primeras comunidades
cristianas y sede del obispo setabitano queda en Xàtiva un ejemplo de
basílica doméstica: Sant Feliu.
A finales del siglo VI y primeros del VII, con unas condiciones
políticas más seguras para el culto, debió sustituir esta sala mayor,
como ámbito de las reuniones litúrgicas, a las casas privadas. A
juicio de algunos arqueólogos, estas basílicas hispanas tenían un ábside
flanqueado de pastoforios, cerrados en el exterior por un muro recto.
Sobre esta primera basílica cristiana, señala E. Llobregat, siguiendo
las excavaciones realizadas, la presencia bajo el actual pavimento de
restos de un edificio rectangular con cuatro pilastras adosadas a la
parte interna de los ángulos, que ya Pascual y Beltrán identificó con
la basílica de Saetabis. Sin embargo, algunos de estos restos que habían
sido encontrados en unas excavaciones emprendidas por el Abad Plá y
descritos por Sanchis Sivera no pertenecían a la antigua basílica, según
atestigua el Beato arqueólogo Viñes.
Gonzalo Viñes sí señala como testimonio de esta primera comunidad dos
importantes restos arqueológicos, conservados todavía hoy en el Museo
de l’Almodí: una cruz con Agnus Dei y el Ara del obispo Atanasio.
|
Agnus
Dei |
Agnus Dei.- “Una cruz de piedra, labrada por ambas
caras, de brazos desnudos, terminados en forma trebolada, y con un
medallón en el centro, donde campea, en bajo relieve el Agnus Dei,
finamente ejecutado. Aunque nos falta el brazo central inferior, es de
suponer sirvió como remate del imafronte o de la espadaña de la basílica
del siglo VI”. El Agnus Dei es una representación alegórica de
Jesucristo, especialmente usada en la iconografía paleo-cristiana y románica,
inspirada en las descripciones del Apocalipsis.
|
Ara |
Ara.- Será el mismo Gonzalo Viñes
sacerdote y cronista de la ciudad, mártir y declarado Beato por
la Iglesia en 2001, quien en 1918, en una nueva excavación, encuentre
bajo el altar de la iglesia, un testimonio fundamental: la llamada Ara
de Atanasio, un pedestal romano reaprovechado como altar, con una
inscripción alusiva a la consagración del altar de la basílica por el
obispo Atanasio en el siglo VII. El mismo describe el hallazgo en su
obra La Patrona de Játiva.
“El monumento, sin embargo, que interesa más que todos los que
hoy tenemos, es el hallado por mí en junio de 1918. Consiste en un
pedestal romano, de buixcarró, que sustentó primeramente una estatua
con una inscripción dedicatoria en el frente, la cual desconocemos por
haberse destruido cuando se quiso utilizar como ara cristiana, labrando
entonces la cavidad superior, para las reliquias de los mártires, y la
inscripción grabada en la cara opuesta a la que ocupó la pagana”.
Veamos que pone en la inscripción; se trata de una inscripción
conmemorativa:
+ In n (omine). D (imi)
n (i). Athanasius. Ep(is) c (opu)s.
Septi/mo anno sacratio/nis suae.erexit/ hoc.alta/RE. Amem.
+ En el nombre del Señor. Atanasio, obispo, en el séptimo
año de su consagración, erigió este altar. Amén.
Sabemos que el obispo Atanasio ocupó la sede entre los años 653
y 675 por lo que aproximadamente esta inscripción cristiana sería del
660. Por lo cual muy bien podemos afirmar que se trata de un monumento
importantísimo que data la presencia del Cristianismo y de la Sede
Episcopal en Saetabis.
Durante el Año Jubilar 2000 los dos monumentos de piedra
estuvieron expuestos en el Altar mayor de la Colegiata e incluso celebré
con inmensa emoción la Misa sobre esa misma Ara en la fiesta de sant
Feliu, patrono de la ciudad y titular de la antigua basílica visigótica,
para la cual se consagró este Ara.
Estos elementos arqueológicos están en el museo municipal. Pero
donde deberían estar es en la iglesia de sant Feliu y poder celebrar la
Eucaristía sobre el Ara del Obispo Atanasio, con esa finalidad se
consagró. |