Papeles de historia 2

 

Desde la Colegiata de santa María de Xàtiva

Aproximación a una historia

 

ARTURO CLIMENT BONAFÉ
A
BAD DE XÀTIVA

ÍNDICE

 

2. EL ARA DEL OBISPO ATANASIO:
HACE AHORA MIL QUINIENTOS AÑOS

 

            Don Vicente Pons Alós, sacerdote y profesor, nos hace un minucioso estudio sobre el Ara del obispo Atanasio que históricamente marca la presencia del Cristianismo en Xàtiva. A este estudio me remito en este número dos de nuestro fascículo.

            Pocos historiadores han tratado el tema de los orígenes del Cristianismo en Valencia con la maestría de Enrique Llobregat Conesa. El que fuera durante muchos años director del museo arqueológico de Alicante señalaba que “en rigor únicamente podemos hablar de la presencia de Cristianismo o de cristianos cuando aparecen testimonios bien sea de carácter textual, bien sea de carácter arqueológico.

            Desde este punto de vista el primer testimonio textual de carácter cristiano en que se hace referencia a Valencia es el martirio de san Vicente, la Passio Sancti Vicentii, redactada después del 386. El mismo autor vincula los orígenes del cristianismo valenciano al norte de África y los hace comenzar a partir del primer tercio del siglo IV de nuestra Era. Sin embargo, y aunque el protagonista de Saetabis en el Alto Imperio parece presuponer la pronta instalación de una comunidad cristiana en esta ciudad, hay que esperar al siglo VI para comenzar a documentar aquí una primera comunidad cristiana.

Iglesia de sant Feliu

            Es una situación de lujo que en la antigua Saetabis hay constancia histórica de la presencia de una comunidad cristiana en ese siglo y además con Sede Episcopal. Si históricamente comenzamos en esa época ya es motivo de gozo y de satisfacción para la actual Xàtiva cristiana.

            El primer obispo Setabitano documentado es Mutto, figura en el III Concilio de Toledo celebrado el 589, firmando en el lugar séptimo de los asistentes, lo que indica un episcopado ya antiguo.

            Vuelve a asistir a otro concilio de Toledo el año 597. Con anterioridad, el 549, asiste al Concilio de Valencia un tal Setabius o Setabinus, nombre que según el Beato Gonzalo Viñes podría hacer referencia a un obispo de Saetabis. No volvemos a encontrar ningún obispo de esta sede hasta el año 633, coincidiendo con el IV Concilio de Toledo, en que aparece Florentius, nombre que vuelve a consignarse el 636. no asistirá ningún obispo de Saetabis a los siguientes concilios hasta que en el VIII Concilio de Toledo año 653, asiste el obispo Atanasio, el mismo que consagró el altar que aparece en la fotografía; el mismo obispo Atanasio asistirá a otros concilios, IX en el 655, X en el 656 y XI en el año 675. Su ancianidad en este último concilio le hace firmar las actas el primero después del Metropolitano de Toledo. Con posterioridad los Concilios de Toledo citan otros tres prelados setabitanos: Isidoro I (681), Arturius (683) e Isodoro II (688-693).

            Como testimonio de la vida de estas primeras comunidades cristianas y sede del obispo setabitano queda en Xàtiva un ejemplo de basílica doméstica: Sant Feliu.

            A finales del siglo VI y primeros del VII, con unas condiciones políticas más seguras para el culto, debió sustituir esta sala mayor, como ámbito de las reuniones litúrgicas, a las casas privadas. A juicio de algunos arqueólogos, estas basílicas hispanas tenían un ábside flanqueado de pastoforios, cerrados en el exterior por un muro recto. Sobre esta primera basílica cristiana, señala E. Llobregat, siguiendo las excavaciones realizadas, la presencia bajo el actual pavimento de restos de un edificio rectangular con cuatro pilastras adosadas a la parte interna de los ángulos, que ya Pascual y Beltrán identificó con la basílica de Saetabis. Sin embargo, algunos de estos restos que habían sido encontrados en unas excavaciones emprendidas por el Abad Plá y descritos por Sanchis Sivera no pertenecían a la antigua basílica, según atestigua el Beato arqueólogo Viñes.

 

            Gonzalo Viñes sí señala como testimonio de esta primera comunidad dos importantes restos arqueológicos, conservados todavía hoy en el Museo de l’Almodí: una cruz con Agnus Dei y el Ara del obispo Atanasio.

Agnus Dei

            Agnus Dei.- “Una cruz de piedra, labrada por ambas caras, de brazos desnudos, terminados en forma trebolada, y con un medallón en el centro, donde campea, en bajo relieve el Agnus Dei, finamente ejecutado. Aunque nos falta el brazo central inferior, es de suponer sirvió como remate del imafronte o de la espadaña de la basílica del siglo VI”. El Agnus Dei es una representación alegórica de Jesucristo, especialmente usada en la iconografía paleo-cristiana y románica, inspirada en las descripciones del Apocalipsis.

Ara

            Ara.- Será el mismo Gonzalo Viñes sacerdote y cronista de la ciudad, mártir y declarado Beato por la Iglesia en 2001, quien en 1918, en una nueva excavación, encuentre bajo el altar de la iglesia, un testimonio fundamental: la llamada Ara de Atanasio, un pedestal romano reaprovechado como altar, con una inscripción alusiva a la consagración del altar de la basílica por el obispo Atanasio en el siglo VII. El mismo describe el hallazgo en su obra La Patrona de Játiva.

            “El monumento, sin embargo, que interesa más que todos los que hoy tenemos, es el hallado por mí en junio de 1918. Consiste en un pedestal romano, de buixcarró, que sustentó primeramente una estatua con una inscripción dedicatoria en el frente, la cual desconocemos por haberse destruido cuando se quiso utilizar como ara cristiana, labrando entonces la cavidad superior, para las reliquias de los mártires, y la inscripción grabada en la cara opuesta a la que ocupó la pagana”.

            Veamos que pone en la inscripción; se trata de una inscripción conmemorativa:

            + In n (omine). D (imi) n (i). Athanasius. Ep(is) c (opu)s. Septi/mo anno sacratio/nis suae.erexit/ hoc.alta/RE. Amem.

           
+ En el nombre del Señor. Atanasio, obispo, en el séptimo año de su consagración, erigió este altar. Amén.

            Sabemos que el obispo Atanasio ocupó la sede entre los años 653 y 675 por lo que aproximadamente esta inscripción cristiana sería del 660. Por lo cual muy bien podemos afirmar que se trata de un monumento importantísimo que data la presencia del Cristianismo y de la Sede Episcopal en Saetabis.

            Durante el Año Jubilar 2000 los dos monumentos de piedra estuvieron expuestos en el Altar mayor de la Colegiata e incluso celebré con inmensa emoción la Misa sobre esa misma Ara en la fiesta de sant Feliu, patrono de la ciudad y titular de la antigua basílica visigótica, para la cual se consagró este Ara.

            Estos elementos arqueológicos están en el museo municipal. Pero donde deberían estar es en la iglesia de sant Feliu y poder celebrar la Eucaristía sobre el Ara del Obispo Atanasio, con esa finalidad se consagró.

 

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