Papeles de historia 4

 

Desde la Colegiata de santa María de Xàtiva

Aproximación a una historia

 

ARTURO CLIMENT BONAFÉ
A
BAD DE XÀTIVA

ÍNDICE

 

4. EL REY JAUME CONQUISTA XÀTIVA:

FUNDACIÓN DE LA PARROQUIA DE

SANTA MARÍA Y COLEGIATA POR EL

PAPA BENEDICTO XIII

 

Son muchos los historiadores y escritores estudiosos que hablan de la conquista de Xàtiva por el rey Jaume I. A ellos acudo para escribir este capítulo tan interesante de nuestra historia.

Entrada del rey Jaume en Xàtiva.
Pentecostés 1244

            La conquista de Xàtiva se llevó a cabo en dos tiempos. En primer lugar fue en los años 1239-1240 cuando pensó el rey asediar el castillo y fijar posiciones frente a Castilla, que también buscaba extender sus dominios por la zona. Las tropas reales establecieron una fortaleza en Sellent y desde esta población se dispusieron a atacar los alrededores de Xàtiva. Esta incursión terminó en mayo de 1240 cuando el alcaide reconoció el vasallaje del rey, que recibió con enorme gozo el castillo de Xàtiva (hoy Villanueva de Castellón) y los prisioneros cristianos retenidos por el alcaide.

            Alfonso X el Sabio, príncipe todavía, se había acercado a las tierras de Xàtiva más de lo que los pactos se lo permitían.

            El rey Jaume, como hemos visto, ya dominaba en Sellent, y cercaba, cada vez más estrechamente a la ciudad.

            Y viene aquí ahora la segunda y definitiva intervención que comenzaba en el año 1243. Los meses de noviembre en Corbera y Alzira, allí se entrevistó con el alcaide de Xàtiva y le comunicó su intención de tomar Xàtiva si no se la entregaba. No pudo haber trato y el rey asedió la ciudad que duró desde enero de 1244 hasta la fiesta de Pentecostés día de la plena conquista de Xàtiva por el rey Jaume I.

            El infante Alfonso también estaba negociando con los moros de Xàtiva y había sometido a Enguera y Mogente, considerados suyos por el rey Jaume. El Monarca se apoderó de Sax y Caudete, hasta que la paz entre ambos Estados y la línea fronteriza quedó delimitada el 25 de marzo de 1244 en el Tratado de Almizrra (Camp de Mirra).

            Suegro y yerno estuvieron a punto de enfrentarse y gracias a la intervención de la reina Violante, se convino en dicho Tratado.

            Ese día el rey Jaume hace que la mezquita mayor de la Xàtiva árabe sea consagrada como iglesia cristiana y la dedica a santa María en su advocación de la Asunción de Nuestra Señora.

            Como ya había hecho con la catedral de Valencia el 9 de octubre de 1238.

            En el Archivo colegial consta esta fecha como el día de la fundación de la Parroquia de santa María la Mayor de Xàtiva. Cuentan que al rey le gustó muchísimo la decoración artística de la mezquita que consintió que permanecieran esos adornos en la iglesia cristiana.

            Poco después de la conquista cristiana, en 1248 el obispo de Valencia, Arnau de Peralta, constituye un ardiaconado en Xàtiva del cual dependerían las iglesias del Sur de la diócesis. También se crea un el siglo XIV un ofi cial eclesiástico encargado de las causas de la zona ultra Xucharum.

            Sin olvidar nunca la reiterada petición de devolver a Xàtiva su catedralidad y obispo, petición siempre denegada.

Papa Luna, Benedicto XIII

            Damos un salto de más de cien años, concretamente a 1413, fecha importante para la Parroquia fundada por el rey de Aragón y Valencia. Como afirma muy bien el sacerdote e historiador don Vicente Pons, el gran benefactor de la Iglesia de Xàtiva, el Papa Benedicto XIII erige en Colegiata la Parroquia de santa María. El Museo de la Colegiata muestra con cierto orgullo la Bula de constitución de la Colegiata por el Papa Luna Benedicto XIII. Crea en la Colegiata 15 canónigos, el Deán, un sacristán y un chantre, entre otros cargos. El primer Deán se llamaba Pere Frígola.

            El nuevo Cabildo tomaría posesión el 8 de febrero de 1413. Este cabildo era idéntico al de la catedral de Valencia.

 

Benedicto XIII miraba con mucha simpatía la Iglesia de Xàtiva prueba de ello son las 13 Bulas que la Colegiata conserva de él.

            Todos estos acontecimientos ocurren bajo las bóvedas del mismo templo que mandó consagrar el rey Jaume, que aunque se iba deteriorando podía todavía cumplir los menesteres del culto divino.

            El 31 de diciembre de 1379 nace Alfonso de Borja y es bautizado en la Colegiata hijo de “un bon hom llaurador de Xàtiva” que será obispo de Valencia en 1429 y nombrado cardenal de la Iglesia.

            Elegido Papa el 8 de abril de 1455 tomando el nombre de Calixto III. Tan sólo desempeñó el ministerio tres años muriendo el 6 de agosto, fiesta de la Transfiguración del Señor que él había instituido.

Calixto III y Alejandro VI

            El cabildo recibió numerosos privilegios de parte del Papa Calixto y muchos regalos de inmenso valor, algunos todavía se conservan otros fueron saqueados durante la persecución religiosa que sufrió la Iglesia española en 1936.

            El Papa Alejandro VI, sobrino del anterior Papa Borja, gozó del nombramiento como Deán de la Colegiata de Xàtiva, arzobispo de Valencia y Papa a los 62 años de edad.

            De él tuvimos ocasión de hablar durante el V centenario de su muerte que la Colegiata celebró con gran solemnidad y proyección cultural y religiosa. Les remito a mi libro “Homenaje al Papa Alejandro VI” recién publicado.

            También este ilustre hijo de Xàtiva enriqueció con privilegios la Colegiata y sobre todo ofreció lo necesario para que se pudiera cincelar la Custodia Mayor llamada de Alejandro VI que sacamos en procesión en la festividad del Corpus y mostramos en el Museo.

            Este Papa murió el 18 de agosto de 1503.

            Los dos Papas Borja setabenses están enterrados en la iglesia española de santa María de Monserrat de Roma. A fines del siglo XVI, Xátiva, se encuentra en una situación hegemónica dentro de la comarca en la que se halla, tanto económica como administrativamente.

            Extendía su gobernación sobre 96 pueblos.

            Esta situación permitía a la ciudad empeñarse en una obra de tan gran magnitud: construir un Templo de dimensiones catedralicias. No obstante no se podía esperar los sucesos del siglo posterior, que trajeron una serie de inconvenientes económicos y sociales que llegarían a paralizar las obras, cuando no las retrasaban. Así las cosas los Jurados se plantean sustituir la antigua iglesia por una nueva digna del abolengo de la ciudad de Xàtiva. Esta ambición iba acompañada de la petición al rey, una vez más, de restituir la Sede Episcopal.
           

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