No tenemos muchas noticias sobre la antigua diócesis
de Saetabis, tampoco en el Archivo de la Colegiata, tan rico en
documentación. Sin embargo si que hemos descubierto algún que otro
trabajo publicado que hace referencia a esta diócesis, claro que se
repiten los datos acudiendo siempre a los obispos y a la arqueología de
la que ya me referí en el número anterior al hablar del Ara del obispo
Atanasio.
El nombre que recibe la diócesis es el mismo de la época
romana, Saetabis que en el Alto Imperio llevaba el nombre de Augusta,
que es la latinización de un nombre ibérico de significado
desconocido, testimoniado por inscripciones y monedas desde el siglo III
antes de Cristo.
El nombre que se da a los obispos es el de Setabitanus y por
supuesto a la diócesis se le llama Saetabis y con sede en la catedral
visigótica de sant Féliu.
Saetabis era ya una ciudad notable en la época Ibérica y cabeza
rica económicamente, única ciudad que acuñaba monedas en época
antigua posiblemente antes de la Segunda Guerra Púnica.
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Obispo
Atanasio |
Tenemos también noticias de que Saetabis era una ciudad de gran
riqueza en el siglo I antes de Cristo pues gozaba ya de un centro
preindustrial de tejidos de lino que eran exportados a Roma.
Saetabis estaba muy bien comunicada con la capital del Imperio.
Antes de la conquista visigoda contra los bizantinos no tenemos
ninguna noticia de la Sede episcopal de Saetabis, tampoco gozamos de
fuentes arqueológicas antiguas, por eso es muy difícil averiguar la
fecha de la fundación de esta Sede episcopal y la existencia de una
comunidad cristiana en esta ciudad. No olvidemos que lo dicho ya sobre
las Santas se basa en una tradición pero sin documentación cierta.
Pero no por eso dejamos de afirmar la antigüedad de esta Sede.
Tengamos en cuenta que, como dice Vicente Cárcel Ortí en su
Historia de la Iglesia en Valencia, los orígenes del cristianismo en
Valencia son oscuros.
Y no hay datos ciertos sobre la fecha exacta ni siquiera
aproximada del comienzo de la evangelización. Todos sitúan el
nacimiento de la fe cristiana en Valencia con el martirio de san Vicente
en el siglo IV.
Don Vicente Cárcel en la Historia mencionada respecto a la Sede
Saetabitana cita las mismas fuentes y no añade nada nuevo a lo ya dicho
aquí.
Como ya dije, el primer obispo documentado figura en el III
Concilio de Toledo, y era ya mayor en ese momento ya que firma las actas
conciliares en el número séptimo sobre sesenta y dos, lo cual
demuestra que regía su Sede desde hacía mucho tiempo. Entonces si este
Concilio se celebró en el año 589, el Obispo Mutto era ya Obispo de
Saetabis mucho antes del 580, por lo tanto partimos ya de esta fecha.
Siglo VI.
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Pila
de agua bendita, s. XIII.
Iglesia de sant Feliu |
Los Concilios de Toledo eran Obispo Atanasio reuniones
episcopales, unas nacionales y otras provinciales que tuvieron lugar en
tiempos muy antiguos. Se conservan las actas de más de treinta
Concilios desde fines del siglo VI hasta finales de la siguiente
centuria. Más de la mitad de estas Asambleas se celebraron en Toledo,
ciudad de singular importancia durante la época visigótica, ya que era
corte y capital del reino. Toledo tuvo extraordinarios obispos. En este
período de tiempo se encuadra nuestra sede episcopal de Xàtiva.
Estos datos indican la antigüedad de la Sede episcopal.
La relación de los distintos obispos ya la he dado en el
anterior número. A partir del año 693 no tenemos más información,
eso no indica que no haya continuado ejerciendo en Saetabis la Sede
episcopal.
Las otras diócesis vecinas del Reino de Valencia eran Dénia y
Elche.
¿Cuándo desapareció el Obispado de Xàtiva? Lo desconocemos,
ni figura en ningún estudio publicado. ¿Podría haber permanecido,
incluso después de la invasión musulmana y entonces se prolongaría
hasta el siglo XI? No existe documentación. Sí tenemos noticias de mozárabes
setabenses que tenían su culto en la catedral de san Félix como
afirman los historiadores Sanchis Sivera y Chabás. Sabemos que los
musulmanes persiguieron a los cristianos de Xàtiva e incluso les
cobraban impuestos para que pudieran asistir al culto católico.
Con toda seguridad se podría afirmar que en sant Feliu se
celebraba la liturgia hispana mozárabe.
Este antiguo rito hispánico formó parte del grupo de liturgias
de lengua latina entre los siglos V y VII de Occidente. En la formación
del rito hispánico, intervinieron tres grandes sede metropolitanas:
Tarragona, Sevilla y Toledo. La tradición ha conservado el nombre de
diversos autores de textos y cantos como Justo de Urgell, san Leandro de
Sevilla, san Isidoro de Sevilla, Pedro de Lleida, san Eugenio de Toledo,
san Ildefonso de Toledo o san Julián de Toledo.
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Detalle
del sarcófago
de s. Vicente mártir.
Museo s. Pío V, Valencia. |
No podemos olvidar que gracias a una relativa paz religiosa
obtenida con la conversión oficial al Catolicismo del Reino de los
Visigodos (Concilio III de Toledo), florece en España un verdadero
humanismo, fomentado por la corte visigótica, del que son
representantes san Isidoro, san Braulio, san Eugenio y san Ildefonso.
La compilación de los libros litúrgicos, o gran parte de ellos,
es atribuida a san Julián. Con ello se daba un paso importante. La
invasión de los árabes que en pocos años, del 711 al 719, ocuparon
casi por entero la Península Ibérica, interrumpió bruscamente el
proceso evolutivo del rito hispánico.
Sin embargo el antiguo rito seguía celebrándose en la España
ocupada por los árabes. Los que vivían en la España ocupada querían
permanecer fieles a la religión de sus padres, para poder celebrar el
culto cristiano o participar en él, tenían que pagar un tributo
especial a las autoridades locales, como ya he dicho anteriormente.
Estos recibieron el nombre de “mozárabes”. Finalmente diré que al
liberar la ciudad de Toledo en 1085 el rey Alfonso VI concedió a los
mozárabes, en reconocimiento a sus méritos, el privilegio de poder
seguir celebrando el antiguo rito hispánico mozárabe en las seis
parroquias que entonces existían en Toledo.
Este mismo rito no hay duda que se celebraba también en la
catedral visigótica de sant Feliu de Xàtiva.
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