Papeles de historia 3

 

Desde la Colegiata de santa María de Xàtiva

Aproximación a una historia

 

ARTURO CLIMENT BONAFÉ
A
BAD DE XÀTIVA

ÍNDICE

 

3. LA ANTIGUA DIÓCESIS DE SAETABIS

 

 

          No tenemos muchas noticias sobre la antigua diócesis de Saetabis, tampoco en el Archivo de la Colegiata, tan rico en documentación. Sin embargo si que hemos descubierto algún que otro trabajo publicado que hace referencia a esta diócesis, claro que se repiten los datos acudiendo siempre a los obispos y a la arqueología de la que ya me referí en el número anterior al hablar del Ara del obispo Atanasio.

            El nombre que recibe la diócesis es el mismo de la época romana, Saetabis que en el Alto Imperio llevaba el nombre de Augusta, que es la latinización de un nombre ibérico de significado desconocido, testimoniado por inscripciones y monedas desde el siglo III antes de Cristo.

            El nombre que se da a los obispos es el de Setabitanus y por supuesto a la diócesis se le llama Saetabis y con sede en la catedral visigótica de sant Féliu.

            Saetabis era ya una ciudad notable en la época Ibérica y cabeza rica económicamente, única ciudad que acuñaba monedas en época antigua posiblemente antes de la Segunda Guerra Púnica.

Obispo Atanasio

            Tenemos también noticias de que Saetabis era una ciudad de gran riqueza en el siglo I antes de Cristo pues gozaba ya de un centro preindustrial de tejidos de lino que eran exportados a Roma.

            Saetabis estaba muy bien comunicada con la capital del Imperio.

            Antes de la conquista visigoda contra los bizantinos no tenemos ninguna noticia de la Sede episcopal de Saetabis, tampoco gozamos de fuentes arqueológicas antiguas, por eso es muy difícil averiguar la fecha de la fundación de esta Sede episcopal y la existencia de una comunidad cristiana en esta ciudad. No olvidemos que lo dicho ya sobre las Santas se basa en una tradición pero sin documentación cierta. Pero no por eso dejamos de afirmar la antigüedad de esta Sede.

            Tengamos en cuenta que, como dice Vicente Cárcel Ortí en su Historia de la Iglesia en Valencia, los orígenes del cristianismo en Valencia son oscuros.

            Y no hay datos ciertos sobre la fecha exacta ni siquiera aproximada del comienzo de la evangelización. Todos sitúan el nacimiento de la fe cristiana en Valencia con el martirio de san Vicente en el siglo IV.

            Don Vicente Cárcel en la Historia mencionada respecto a la Sede Saetabitana cita las mismas fuentes y no añade nada nuevo a lo ya dicho aquí.

            Como ya dije, el primer obispo documentado figura en el III Concilio de Toledo, y era ya mayor en ese momento ya que firma las actas conciliares en el número séptimo sobre sesenta y dos, lo cual demuestra que regía su Sede desde hacía mucho tiempo. Entonces si este Concilio se celebró en el año 589, el Obispo Mutto era ya Obispo de Saetabis mucho antes del 580, por lo tanto partimos ya de esta fecha. Siglo VI.

Pila de agua bendita, s. XIII.
Iglesia de sant Feliu

            Los Concilios de Toledo eran Obispo Atanasio reuniones episcopales, unas nacionales y otras provinciales que tuvieron lugar en tiempos muy antiguos. Se conservan las actas de más de treinta Concilios desde fines del siglo VI hasta finales de la siguiente centuria. Más de la mitad de estas Asambleas se celebraron en Toledo, ciudad de singular importancia durante la época visigótica, ya que era corte y capital del reino. Toledo tuvo extraordinarios obispos. En este período de tiempo se encuadra nuestra sede episcopal de Xàtiva.

            Estos datos indican la antigüedad de la Sede episcopal.

            La relación de los distintos obispos ya la he dado en el anterior número. A partir del año 693 no tenemos más información, eso no indica que no haya continuado ejerciendo en Saetabis la Sede episcopal.

            Las otras diócesis vecinas del Reino de Valencia eran Dénia y Elche.

            ¿Cuándo desapareció el Obispado de Xàtiva? Lo desconocemos, ni figura en ningún estudio publicado. ¿Podría haber permanecido, incluso después de la invasión musulmana y entonces se prolongaría hasta el siglo XI? No existe documentación. Sí tenemos noticias de mozárabes setabenses que tenían su culto en la catedral de san Félix como afirman los historiadores Sanchis Sivera y Chabás. Sabemos que los musulmanes persiguieron a los cristianos de Xàtiva e incluso les cobraban impuestos para que pudieran asistir al culto católico.

            Con toda seguridad se podría afirmar que en sant Feliu se celebraba la liturgia hispana mozárabe.

            Este antiguo rito hispánico formó parte del grupo de liturgias de lengua latina entre los siglos V y VII de Occidente. En la formación del rito hispánico, intervinieron tres grandes sede metropolitanas: Tarragona, Sevilla y Toledo. La tradición ha conservado el nombre de diversos autores de textos y cantos como Justo de Urgell, san Leandro de Sevilla, san Isidoro de Sevilla, Pedro de Lleida, san Eugenio de Toledo, san Ildefonso de Toledo o san Julián de Toledo.

Detalle del sarcófago
de s. Vicente mártir.
Museo s. Pío V, Valencia.

            No podemos olvidar que gracias a una relativa paz religiosa obtenida con la conversión oficial al Catolicismo del Reino de los Visigodos (Concilio III de Toledo), florece en España un verdadero humanismo, fomentado por la corte visigótica, del que son representantes san Isidoro, san Braulio, san Eugenio y san Ildefonso.

            La compilación de los libros litúrgicos, o gran parte de ellos, es atribuida a san Julián. Con ello se daba un paso importante. La invasión de los árabes que en pocos años, del 711 al 719, ocuparon casi por entero la Península Ibérica, interrumpió bruscamente el proceso evolutivo del rito hispánico.

            Sin embargo el antiguo rito seguía celebrándose en la España ocupada por los árabes. Los que vivían en la España ocupada querían permanecer fieles a la religión de sus padres, para poder celebrar el culto cristiano o participar en él, tenían que pagar un tributo especial a las autoridades locales, como ya he dicho anteriormente. Estos recibieron el nombre de “mozárabes”. Finalmente diré que al liberar la ciudad de Toledo en 1085 el rey Alfonso VI concedió a los mozárabes, en reconocimiento a sus méritos, el privilegio de poder seguir celebrando el antiguo rito hispánico mozárabe en las seis parroquias que entonces existían en Toledo.

            Este mismo rito no hay duda que se celebraba también en la catedral visigótica de sant Feliu de Xàtiva.

    

 

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