Papeles de historia 39

 

Desde la Colegiata de santa María de Xàtiva

Aproximación a una historia

 

ARTURO CLIMENT BONAFÉ
A
BAD DE XÀTIVA

ÍNDICE

 

39. LA RECONSTRUCCIÓN DE LA COLEGIATA,
LA MISIÓN Y EL CONGRESO EUCARÍSTICO DE 1948

 

El Abad don Juan Vayá quiere a la vez que reconstruye la Colegiata reconstruir también la Comunidad viva de fieles. Y el 5 de junio de 1945 celebra una solemne Vigilia de Espigas donde asiste el Obispo auxiliar de Valencia don Juan Hervás. También en este año comienzan a celebrarse en la ermita de sant Joseph los Siete Domingos dedicados al Santo Patriarca, costumbre muy valenciana y que con el polvo del camino se ha perdido en casi todas partes.

El Abad hace gestiones con la Casa Prat de Valencia para restaurar algunas vidrieras antiguas de la Colegiata. Y a la vez, lanza la campaña “Vidrieras”: una por familia, se puede elegir la imagen del santo que se quiera.

Comienza con las 27 vidrieras de la Girola.

Invita a los Alets, Camareras de la Mare de Déu y a la Cofradía. La vidriera del centro costaba 2.300 pesetas y las dos laterales más pequeñas 1.300 cada una. Y así comenzó la campaña que le llevaría a feliz puerto.

En la fiesta de san Pedro de este mismo año se coloca el altar en la capilla del primer Papa. Lo que se pudo salvar de la quema de 1936 del retablo antiguo lo están reconstruyendo para poder componer un pequeño retablo y colocarlo en la misma capilla.

En la Misa de Noche Buena de 1946 se estrena un Terno blanco bordado. En la casulla figura la Virgen de la Seo y en la capa el escudo de la ciudad.

Ya en 1947 se coloca el retablo de la capilla del Santísimo. Madera dorada con oro fino –25.000 pesetas– y fue costeado por los hijos de don Emilio Climent Benavent.
 


El Abad Juan Vayá


Don Francisco Climent Mata pìnta la Santa Cena, copia de Juan de Juanes para colocarla coronando el retablo. La imagen del Santísimo Cristo del Carmen, que durante la Persecución Religiosa fue decapitada, quebradas las piernas y los brazos como refleja la fotografía ya publicada, está totalmente restaurada y se coloca en la hornacina central. En la fiesta del Corpus, el Vicario General, don Jacinto Argaya, futuro Obispo Auxiliar, consagró el Altar de la Capilla; se colocaron las reliquias de San Bernardo de Alzira y san Félix de Manises.

El 26 de junio del mismo año el Sr. Arzobispo don Marcelino Olaechea visita por primera vez Xàtiva y confirma a 994 fieles de todas las edades. Fue una celebración muy solemne y la Seu estaba completamente llena. El Arzobispo visitaría infinidad de veces la ciudad y sobre todo en Castell ya que conservó muy buenas relaciones con don Gregorio Molina y su familia. De tal manera que su segunda visita fue para bendecir el Grupo de viviendas Las Santas, construido por don Gregorio.

Don Juan Vayá quiere ver limpio el interior de la Colegiata y en noviembre se coloca un andamio en el altar mayor para comenzar a limpiar bóvedas y paredes.

El coste de esta limpieza los costea doña Pepita Ventura.

Y el 31 de noviembre de este año suenan todas las campanas de las Parroquias anunciando el Congreso Eucarístico para el mes de mayo de 1948. El Abad quiere que para entonces esté restaurada la Custodia mayor, mutilada durante la Guerra. También hay que bordar un nuevo Palio. Todo se pone en marcha.

Cerca ya de mayo de 1948, para ambientar el Congreso Eucarístico, se imprime un gran cartel con la Custodia, ya restaurada por el Sr. Pajarón de Valencia, su restauración costó 15.000 pesetas. En el Ara Coeli se colocaron seis perlas finas orientales engarzadas.

Y a la vez se abre una lista de donativos. Don Juan invita a los niños de las Escuelas a costear las 24 campanitas que ha de llevar la carroza de la Custodia. Cada una vale 5 pesetas.

El Sr. Abad gestiona con doña Pepita Ventura para que regale las dos lámparas de cristal colocadas en el presbiterio, delante de la imagen de la Virgen.

En su empeño por restaurar la Comunidad cristiana el Sr. Abad promueve una Misión popular para toda la ciudad y que prepare espiritualmente a los fieles a las grandes celebraciones del Congreso.

La Misión comienza en la fiesta de la Ascensión del Señor de 1948. Del 6 al 17 de mayo, los Padres jesuitas predicarán la Misión que culmina en un solemne Via Crucis por la Alameda presidido por la imagen del Santísimo Cristo del Carmen.

Para que tengan una idea de lo que supuso el Congreso Eucarístico quiero ofrecerles un resumen de la revista Eucaristía que se publico en Mayo para presentar las celebraciones del Congreso.

El Arzobispo don Marcelino escribe una carta a todos los fieles de Xàtiva que dice: “ Jesús sacramentado y su benditísima Madre, a cuya gloria tantos afanes, sacrificios y trabajos apostólicos consagráis, os miran con predilección en estos días del florido Mayo, en que vais a celebrar vuestro gran Congreso Mariano-Eucarístico Arciprestal.

¡Qué buenos son, hijos míos, Jesús y María! ¡Cómo sonríen amorosamente al veros animados de tan santos deseos! ¡Cómo gozarán enviando sobre vuestras almas copiosísimas gracias de santidad! Prepararos a recibirlas aprovechándoos de la Santa Misión que vais a tener. Responded generosos a los silbos del Buen pastor. Haced vuestras, con la inteligencia y el corazón, las verdades eternas que os prediquen.

Purificad bien las conciencias en el Sacramento de la Penitencia.

Llegad a las solemnidades Eucarísticas del Congreso, con vivas ansias de cantar, bendecir, glorificar y adorar al Señor que nos ama con exceso de Divina locura, y entonces, sí, ciertamente ¡qué gloria recibirá Jesús y la Virgen nuestra Madre! ¡Qué satisfacción tan consoladora daréis a vuestro Prelado! ¡Qué contentos quedarán vuestros Párrocos! ¡Cuánta paz inundará vuestras almas! Benditos Congresos Eucarísticos, que apresuran, en nuestra España, el día del completo reinado del Corazón de Jesús.

También el Abad invita con su escrito a participar en estos grandes actos con estas palabras. Entresacamos algunas frases más significativas: “La fecha del Congreso se nos llega a toda prisa. Nuestro bondadoso Prelado nos ha facilitado, con su celebración, el infalible medio de enriquecernos de bienes imperecederos que escapan a la polilla, al ladrón y a la muerte.
 


El Arzobispo D. Marcelino


¿Cuál debe ser nuestro ideal? Vestirnos y adornarnos con las galas y preseas de las grandes solemnidades de la vida y de las fechas memorables que tienen sobre el corazón un dulce y atractivo imperio, el imperio del amor. Que ¿dónde encontrar –me preguntas– tales joyas y ricas vestiduras? Pero ¿todavía no entendiste mi simbólico lenguaje? Las joyas y ricas telas para con ellas vestiros y celebrar la gran semana Mariano-Eucaristíca de nuestro Congreso, te las prepara –te lo digo en serio– la Virgen Santísima de la Seo, Patrona de la Ciudad y del Congreso. Ella, como Madre hacendosa y hábil costurera, labra para cada uno de sus hijos estas ricas vestiduras en los días de la Misión que precederán al Congreso.

(...) ¡Setabenses!, hagámonos dignos con nuestra preparación del triunfo sobrenatural de Jesús y de la Virgen en las almas. Pidamos y alcanzaremos se abran los ojos de tantos ciegos hermanos nuestros, y quede de este Congreso arciprestal en todos nosotros una huella indeleble marcada en el corazón, la huella del amor, el canto de gratitud, el afán de ser apóstoles del Corazón Eucarístico de Jesús y de María.
El Abad”.

El Párroco de santa Tecla, don Andrés Primo también aporta su grano de arena y con sus palabras escritas quiere involucrar a todos los católicos de Xàtiva en la Misión y en el Congreso. Entresaco algunas de sus frases: “¡Predicar a Cristo! ¡Enseñar a Cristo! He aquí la misión más honorífica que puede tener un hombre.

Lograr que Cristo sea más conocido y más amado: he aquí el premio mayor que puede alcanzar el predicador.

En cambio, ignorarle sería lo más funesto. ¿Porque cómo amar aquello que se desconoce? Lamentablemente mal cual ningún otro es la ignorancia religiosa, pues es la causa de todos los desvaríos posteriores.

Por eso Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando y predicando y al oírle las turbas se llenaban de admiración por su doctrina.

Participad en la Misión y en el Congreso.

¡Dios, Nuestro Señor, quiera hacer fructificar la enseñanza religiosa en los corazones de todos los feligreses jóvenes y mayores.
Andrés Primo Párroco de Santa Tecla”.
 


La Custodia

 

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