JUBILEO PARROQUIAL
La Seu quiere celebrar por todo lo alto el 25 aniversario de la toma de posesión de D. José Plá como párroco primero y luego como Abad.

La crónica de su tiempo resalta la gestión pastoral del Abad que señala brillantísima con hechos admirables, obras apostólicas, sublimes ejemplos de celo, de piedad, de sabiduría, de abnegación, de caridad que puedan enaltecer a un pastor ejemplar, a un párroco modelo.

El Abad Plá dio un empuje gigantesco a las obras de la Seu como ya he señalado y además construye la fachada principal de la Colegiata y todo lo que faltaba de la nave central. Restaura la Custodia, la Cruz parroquial con sus 72 esmaltes. Reconstruye la cúpula que, como ya hemos visto, incluso en fotografía, se derrumbó.

En toda su empresa de reconstrucción de la Colegiata, el Abad trabajó lo indecible.

Estudiando lo que hizo me preguntó cómo una sola persona era capaz de tanta embargadora, problemas, quebraderos de cabeza, disgustos, seguro que un montón, y sobre todo la forma de sacar dinero para todas estas obras.
 

Fue un hombre de carácter, valiente, decidido, sin miedo a nadie ni a nada. Por eso hizo lo que hizo.

Atendía el catecismo parroquial, charlas a los obreros del Círculo, ejercicios espirituales a las señoras, Pastor infatigable, párroco modelo, entregado a Xàtiva en cuerpo y alma.

La fiesta jubilar fue organizada para el 30 de noviembre.

Misa solemne por la mañana, el coro interpretó la misa de Perosi, el sermón, el cura de Santo Tomás de Valencia.

Era un momento en que los feligreses de la Seu podían mostrar a don José su cariño y la gratitud por todo lo que estaba haciendo en la Colegiata Parroquia.

Y bien que lo hicieron. Don José, que llevaba aquí 25 años sirviendo con ardor e ilusión la Seu de Xàtiva, se vio muy satisfecho y agradecido.

La gente supo estar a la altura y con infinidad de regalos y muestras de cariño agradeció a su Abad esos años de entrega y trabajo pastoral. Don José todavía pudo estar otros cinco años más.

Llegó a los treinta.

El 12 de mayo de 1914 muere el Abad Plá. Las campanas de la Seu anunciaban la muerte de D. José; toda Xàtiva declaraba su profundo dolor. A las seis y media de la tarde se celebraba el entierro; nunca se había visto cosa igual en la ciudad.

Todos acompañaban los restos del Abad querido. El canónigo D. Pascual Terol presidió el entierro.

Participaron más de setenta sacerdotes en el entierro y a todos se les veía consternados por la pérdida humana que suponía la muerte de don José.

La homilía fue muy sentida: “Ha muerto un pastor de la Iglesia de Cristo.
 

Un buen pastor de esta Iglesia Colegial de santa María. Celoso, trabajador, entregado.

Ni un solo día para el descanso.

Siempre preocupado por el bien espiritual de sus feligreses.

¡Cuánto trabajó este hombre de Dios! Su vida entera estaba llena de Dios, el amor hacia la Santísima Virgen de la Seo fue grande, ferviente, vivo. La Colegiata logró esplendor gracias a tu trabajo, preocupación y entrega. La vida de nuestro querido Abad ha sido un gran ejemplo para todos nosotros, sacerdotes y para todos vosotros, fieles de esta iglesia.

Despedimos a un gran hombre, un sacerdote santo, un pastor abnegado, Pidamos para que el Señor le acoja en su regazo y le introduzca en la gloria: Al paraíso te lleven los ángeles. Y a tu llegada te reciban los mártires y te introduzcan en la ciudad santa de Jerusalén. El coro de los ángeles te reciban y junto con Lázaro, pobre en otro tiempo, tengas un descanso eterno”.

El Ayuntamiento de Xàtiva acordó por unanimidad que la calle y plaza nueva junto a la Seu se llamase Abad Plá.

Al no llegar el permiso para enterrar los restos en el interior de la Colegiata, fueron inhumados en el cementerio y al llegar el tiempo legal, el 5 de julio de 1921 fue inhumado junto al Altar mayor de la Colegiata. Sobre la lápida se escribió: “Bajo estas losas y a la vista de la Virgen Madre de Dios, como fue su deseo, el Ilustrísimo Doctor Don José Plá Ballester, primer Abad de esta Iglesia Colegial instaurada, insigne tanto en virtud como en ciencia, ejemplar sobresaliente en el ejercicio del oficio parroquial en la misma durante treinta años, constante promovedor de las obras de este magnifico templo y esclarecedor ilustre de la historia de Játiva, en los despojos de la mortalidad espera la inmortalidad futura. Murió el 12 de mayo de 1914, a los 69 años de edad. Fue trasladado a este sepulcro el 5 de julio de 1921. El Abad, Capítulo, Clero, Familia y Fieles setabense, para memoria”.

Este es el Abad Plá. Hombre inteligente y trabajador, religioso y emprendedor, abierto y de gran personalidad.

Este es el hombre que pasó por Xàtiva haciendo el bien. Aquí vivió durante treinta años, aquí trabajó lo indecible, aquí murió y aquí se quedó para siempre.

La memoria del Abad Plá no debe perderse. Por eso, entre otras cosas, le pedí a Ernesto García Lledó que plasmara en un lienzo la figura del querido Abad y que se colocará en el Museo, en la galería de Abades, quiere ser motivo de recuerdo y gratitud para siempre. A la presentación de este lienzo asistió el presidente de la Diputación de Valencia y alcalde de Vallada.

El Abad Plá nació en Vallada.