En estos tiempos de pandemia se requiere fortalecer nuestra fe mediante la oración, pero sin olvidar que somos Iglesia en salida, según expresión del papa Francisco. Esto implica no olvidar la evangelización y la presencia constante en la sociedad, y más cuando los confinamientos han impedido la celebración eucarística y probablemente –Dios no lo quiera- lo impidan en un futuro inmediato.

Al hablar de desierto no nos referimos solo al físico, geográfico, el del Sahara, que sí, también, por supuesto, el desierto por antonomasia, el más grande del planeta Tierra, lugar donde se han producido hechos espirituales asombrosos protagonizados por mujeres y hombres apartados de la ciudad o del pueblo, alejados del ruido y las cosas mundanas, así, en soledad fecunda.

Al hablar del desierto apelamos también a esa condición de posible soledad
compartida dentro del mundo, dentro de las urbes, en pleno bullicio; pero sin afectar lo más mínimo la condición de mujeres y hombres que viven la oración de forma intensa, refractarios a los apetitos que divulgan los creadores de opinión, o del consumo barato, efímero e insustancial.

En cualquier caso, nuestro trabajo camina con la certeza absoluta de estar abandonados en manos de la misericordia divina. Proponemos un itinerario mixto presencial y virtual, mediante el cual iremos profundizando en la oración, meditación y reflexión para fortalecer la dimensión contemplativa y obtener así la fuerza en la acción evangelizadora…

Ahora, en estos momentos de incertidumbre y sufrimiento que nos afectan a todos, necesitamos fortalecer nuestra fe, nuestra determinación, nuestro ejemplo como cristianos.

Si te interesa esta propuesta ponte en contacto con nosotros enviando un mensaje por WhatsApp al número 651 466 691

No lo olvides, encuentros en el desierto, un itinerario espiritual de acción, oración y compromiso. ¡Que Dios te bendiga!

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