GENERALITAT VALENCIANA |
PRESIDENT DE LA GENERALITAT VALENCIANA Francisco Camps Ortiz |
CONSELLER DE CULTURA, EDUCACIÓ I ESPORT Alejandro Font de Mora |
SECRETARIA AUTONÓMICA DE CULTURA I POLÍTICA LINGÜÍSTICA Concepción Gómez Ocaña |
DIRECTOR GENERAL DE PATRIMONI CULTURAL VALENCIÀ Manuel Muñoz Ibáñez |
DIRECCIÓ TERRITORIAL DE VALÈNCIA Camilo Miró Pérez |
CAP DE ÀREA Ana Viciano Pastor |
CAP DE SERVICI José Manuel Despiau Orriach |
COORDINACIÓ GENERAL Felisa Martínez Andrés |
RESTAURACIÓ |
ORGANITZACIÓ Direcció Generol de Potrimoni Cultural Valencià |
COORDINACIÓ TECNICA Felisa Mortínez Andrés |
INSPECCIÓ Jooquín Espí Lluch |
RESTAURACIÓ CORESAL, Conservación y Restauración de Bienes Culturales, S.A.L. |
PUBLICACIÓ |
COORDINACIÓ GENERAL Lucía González Menéndez |
TEXTS Ximo Company Climent Lorenzo Hernández Guardiola Carlos Soler d’Hyver de Lasdeses Mariano González Baldoví Lucía González Menéndez CORESAL |
TRADUCCIÓ Servici d’Assessorament Lingüístic i Traducció |
FOTOGRAFIES Paco Alcántara Coresal |
DISSENY I MAQUETACIÓ Mapubli – Sinople |
FOTOMECÀNICA I IMPRESSIÓ Kolor Litógrafos |
EXPOSICIÓ |
COMISSARIAT Lucía González Menéndez |
DISENY DE L’EXPOSICIÓ Joaquín Lara |
MUNTATGE I TRANSPORT Sebastián López Valero Free S.L. |
ASSEGURANCES Mapfre Industrial |
ISBN: 84-482-4036-7 Diposit legal:V-1871-2005 |
Conseller de Cultura, Educación y Deporte
En los últimos años, la recuperación del patrimonio cultural valenciano ha obtenido importantes resultados en el contexto de la apuesta que venimos realizando para la potenciación y defensa de nuestro acervo artístico.
Historia y sociedad participan de un diálogo fecundo donde el conocimiento del pasado cumple una función vital con miras a la construcción de un porvenir más sólido. Esta proyección permite no sólo garantizar la pervivencia de nuestro legado, sino también mantener un nexo armónico indispensable entre tradición y modernidad.
La restauración del Retablo de Sant Feliu de Xàtiva se inscribe en esta vocación que define nuestra política, comprometida con la cultura en una perspectiva integradora, en la que no es posible entender la significación de cada obra sin una relación coherente y plural con la realidad de la que procede.
Estamos frente a un hecho que ilustra, en su contenido y forma, el tránsito del medioevo hacia una sensibilidad renacentista, donde la figura encarna una trascendencia singular junto al paisaje, que parece incorporar en sus trazos, la vehemencia fundacional del humanismo.
De ahí la importancia de este volumen, en el que especialistas y público en general podrán asistir, junto al espléndido trabajo de restauración realizado, a un análisis teórico y práctico en el que se estudia los orígenes de este retablo en el ámbito de su época, así como el proceso mismo de recuperación que ha posibilitado contemplar hoy esta importante pieza de la historia artística de nuestra Comunidad.
ALEJANDRO FONT DE MORA TURÓN
Conseller de Cultura, Educación y Deporte
Secretaria Autonómica de Cultura y Política Lingüística
El retablo de la ermita de S. Feliu de Xàtiva ocupa, por sí solo, capítulo relevante en la apreciación general de nuestro patrimonio. Pero es en su apreciación conjunta, esto es, desde la relevancia contenido y continente, cuando S. Feliu adquiere un completo valor de símbolo para los habitantes de una ciudad que, a su vez ella sola actúa como un testimonio perenne de nuestra identidad como valencianos: la ciudad de Xàtiva.
La restauración integral de esta magnífica obra, realizada a comienzos del S. XVI por artistas setabenses, permite aproximarnos de nuevo a la labor que en este sentido venimos realizando a favor de la preservación y divulgación de las referencias artísticas y culturales que articulan la Comunidad Valenciana, una de cuales es, lógicamente, el repertorio patrimonial.
En nuestros días, afortunadamente, podemos contar con las técnicas y los profesionales adecuados capaces de salvaguardar las joyas de nuestro pasado impulsar asimismo su conservación para el uso y disfrute de las generaciones venideras. Esto es perfectamente constatable, una vez más, en el resultado final que cualquiera puede apreciar a partir de ahora; no hace falta más que situase ante esta pieza, en la que brilla en todo su esplendor nuestro mejor gótico final, para verificado.
Pero no es menos cierto que por encima de cualquier otra consideración, es voluntad de la ciudadanía la que mueve todas las tareas relacionadas con la recuperación patrimonial, un objetivo de amplias miras y no pocos retos que viene figurando desde hace tiempo en el punto de mira de nuestras prioridades inmediatas.
La recuperación de nuestros monumentos y obras de arte va indisolublemente ligada a la consolidación de los referentes culturales del pueblo valenciano, y precisamente en este pliego de intenciones donde en gran medida se fundamenta el ofrecimiento que hacemos al mundo de una particular forma de ser, una manera de dar sentido a las cosas pluralista, receptiva, abierta, específica ante todo, única.
CONCEPCIÓN GÓMEZ OCAÑA
Secretaria Autonómica de Cultura y Política Lingüística
Director General de Patrimonio Cultural Valenciano
La restauración de una obra de arte no debe limitarse a la fijación y limpieza de sus componentes o a la restitución de aquellos que se han perdido, sino que debe ir más allá. contemplándola no únicamente desde su vertiente estética, sino también desde su dimensión histórica a la vez que simbólica o religiosa, como testigo afortunado de un pasado y de un pensamiento que, a través de ella, se nos desvela de forma excepcional.
Desconocemos la fecha exacta de ejecución del retablo mayor de la Iglesia de san Félix de Xàtiva, aunque datos relativos a los comitentes del mismo nos permiten situado alrededor del año 1505. Es decir, las magnificas tablas que ahora, una vez restauradas, se exhibieron por primera vez fuera del recinto para el que fueron creadas, cumplen 500 años, una cifra asombrosa, que las convierte en silencioso: testigos de otra época.
El retablo de san Félix fue en su origen una obra municipal, encargada por gremios de artesanos y ciudadanos particulares, lo que le convierte en la feliz expresión del poder que adquieren las ciudades en los años finales de la Edad Media, antes de que el siglo XV imponga un nuevo modelo de organización basado en una mayor centralidad. Se trata de una obra majestuosa, de una incuestionable calidad pictórica, que difícilmente volveremos a encontrar fuera de entorno de las grandes capitales, en el que los pintores se irán concentrando en busca de mecenas solventes. Sus artífices, los anónimo pintores que trabajaron en Xàtiva en el tránsito entre los dos siglos siguen la herencia hispano flamenca llegada a Valencia desde los países del Norte a mediados del siglo XV; pero a la vez conocen y admiran el nuevo lenguaje pictórico traído de la Italia cuatrocentista.
Sobre estas y otras cuestiones pretende ahondar esta publicación, que aborda el estudio de la obra desde perspectivas diferentes y complementarias. Sólo desde el conocimiento de esa época y de ese pensamiento, el de la Xàtiva de 1500 a caballo entre dos mundos, el Medievo y el Renacimiento, es posible una lectura coherente y completa del magnifico retablo de san Félix, síntesis genial de dos estilos y dos pensamientos en apariencia enfrentados y que tan sólo durante un breve periodo de tiempo coexistirán, antes de que uno de ellos, el renacentista, acabe sustituyendo definitivamente al otro.
MANUEL MUÑOZ IBÁÑEZ
Director General de Patrimonio Cultural Valenciano
Nota de prensa en la presentación del retablo de Sant Feliu
PATRIMONIO RESTAURA EL RETABLO MAYOR DE LA IGLESIA DE SAN FÉLIX DE XÀTIVA
La Conselleria de Cultura, Educación y Ciencia, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano, ha restaurado el retablo mayor de la Iglesia de San Félix de Xàtiva, una obra imponente tanto por su tamaño -9 metros de altura por casi 5 de ancho- como por la excepcional calidad de sus pinturas. La intervención finalizada, cuya inversión total asciende a 251.000 €, culmina un proceso de recuperación de la iglesia de san Félix, cuyo origen se sitúa en siglo XIII.
La restauración del retablo ha sido llevada a cabo por la empresa CORESAL por espacio de dos años y ha comprendido los siguientes tratamientos:
Fijación de la policromía, Protección de la superficie pictórica, Tratamientos del soporte, Eliminación del empapelado de protección, Limpieza de la policromía, Estucado de lagunas, Reintegración cromática, y Protección final.
La Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano ha organizado la exposición de las tablas que componen la obra en cuestión. La muestra permanecerá desde el día 26 de abril de 2005 en el Museo de Bellas Artes de Valencia hasta el 26 de junio de 2005.
Acompaña a la exposición la publicación de un libro en el que se reúne, además de toda la documentación relativa a la intervención realizada, una serie de estudios histórico-artísticos que tienen por objeto profundizar en el conocimiento de la obra restaurada.
El retablo, situado originariamente en el presbiterio de la iglesia fue ejecutado entre los años finales del siglo XV y los comienzos del siglo XVI. Es obra de varios pintores, todos ellos pertenecientes al Taller de Xàtiva, un activo foco pictórico que trabajó durante esos años cultivando un estilo todavía deudor de la estética hispanoflamenca, pero en el que ya se advierten ecos del nuevo lenguaje renacentista. Así, es posible advertir el estilo todavía muy ligado a la estética gótica, muy descriptivo y expresivo, del Maestro de Xàtiva, otro más evolucionado y tendente a la idealización de sus modelos del Maestro de Artés y un último pintor, el Maestro de Borbotó, cuyo lenguaje más decididamente renacentista está ya al tanto de las novedades italianas introducidas en Valencia.
Se compone el retablo de 25 tablas distribuidas en tres calles, predela y polsera. En la parte central se ubica una doble hornacina que procede de mediados del siglo XVII y alberga las tallas de bulto redondo de San Félix de Girona y San Félix de Lyon. La trama arquitectónica está formada por elementos góticos que ordenan el espacio, como pináculos, doseletes y cresterías, todos ellos dorados en oro fino.
Se trata de una pieza excepcional, tanto por sus notables dimensiones, poco frecuentes en este tipo de retablos, como por aunar rasgos medievales -concepción del retablo, pervivencia del oro, uso de cresterías- con ecos de un incipiente renacimiento en el tratamiento de los paisajes y arquitecturas y en la monumentalidad de las figuras. Representa por tanto de un modo privilegiado el tránsito desde el mundo simbólico y espiritual de la Edad Media al humanismo y naturalismo del nuevo Renacimiento.
En 1999 la entonces Dirección General de Patrimonio Artístico llevó a cabo la restauración de las pinturas murales del templo, de estilo gótico lineal y fechadas entre finales del siglo XIII y mediados del siglo XIV, con una inversión de 243.000 €. Asimismo, se está finalizando la restauración de las cubiertas del templo y de las dependencias anejas, con una inversión de 220.000 €.
A propósito de una restauración
Arturo Climent Bonafé
Abad de Xàtiva
Cuando doña Carmen Pérez me propuso restaurar las pinturas murales de la iglesia de sant Feliu me pareció una idea genial y fantástica. El iter a seguir era ambicioso y de gran repercusión, pues suponía desmontar el retablo mayor y restaurarlo una vez terminada la restauración de las pinturas murales. Esa restauración resultó preciosa y de gran calidad, pues se descubrieron otras pinturas que se ignoraba su existencia. El retablo se embaló y se bajó a dependencias de la Colegiata.
El Conseller don Manuel Tarancón vino a inaugurar las pinturas, también doña Carmen y el Sr. Alcalde.
Hubo cambios políticos en la Generalitat. Doña Carmen fue sustituida por otra directora general, y ésta por otra y por otro y otro. Muchos cambios en poco tiempo y, ¿qué pasó? El retablo continuaba en el almacén y embalado. Y así un año, otro y otro y otro. Don Ricardo Sicluna y un servidor no paramos de insistir; fuimos los que más sufrimos este retraso y invadiéndonos una enorme preocupación por si el embalaje perjudicaba las tablas del retablo. El periódico Levante el Mercantil Valenciano de vez en cuando hacía memoria del retablo con apuntes y fotografías. Le agradezco la preocupación compartida.
Por fin le llegó la hora. Consellería invertiría 280.000 euros (30 millones de pesetas) en la restauración. Propuse que se restaura en la misma iglesia y de esa manera nos ahorraríamos alquileres innecesarios. Y así se convino. Durante diez y ocho meses se ha trabajado en la restauración, dejando una obra preciosa y bien acabada. La empresa Coresal se hizo cargo del trabajo.
En el transcurso del trabajo de restauración sant Feliu ha recibido visitas de los distintos directores generales de Patrimonio interesándose por el trabajo que allí se estaba realizando. Una vez terminada la restauración se nos propuso desde Patrimonio exponer el retablo en el museo San Pío V de Valencia durante unos meses, de esa manera se promocionaría su conocimiento en la capital. Al Cabildo de la Colegiata le agradó la idea.
La exposición en Valencia ha sido un éxito. Y ahora se va a exponer para siempre en la iglesia de sant Feliu. ¡Una exposición perenne! El Cabildo, y yo personalmente, quiere agradecer a todas las personas que de una manera u otra han intervenido en la restauración del retablo: al Conseller de Cultura don Manuel Tarancón, de feliz memoria, a doña Carmen Pérez, don Ricardo Sicluna, don David Serra, don Manuel Muñoz, don Joaquín Espí y al Conseller de Cultura don Alejandro Font de Mora que ha sido quien a culminado la obra que hoy tenemos la alegría de ver en nuestra iglesia de sant Feliu. Por supuesto al muy Honorable President de la Generalitat don Francisco Camps y al anterior don Eduardo Zaplana, sin ellos no se hubiera podido llevar a cabo esta importante obra para Xàtiva y para la Iglesia de Valencia, no olvidemos que la iglesia de sant Feliu, antigua catedral visigótica, es una de las primeras iglesias del antiguo Reino de Valencia.
Con motivo de la exposición en el San Pío V se ha editado un catalogo precioso a todo color donde se explica detenidamente el retablo y luego cada una de las tablas antes y después de su restauración.
Aquí lo importante es que la Iglesia Colegial ha recuperado una de sus piezas de arte más valiosas y queridas y que pone al servicio de toda Xàtiva desde la iglesia de sant Feliu. Eso es lo importante y por lo que hemos luchado, esforzado y sufrido durante mucho tiempo. Ahí está la obra. ¡Muchas gracias!
El Maestro de los Artés y su círculo
Carlos Soler d’Hiver de Lasdeses
La reciente limpieza y restauración del retablo mayor de la iglesia de San Félix de Xàtiva, ha servido, junto a su puesta a punto y conservación, para reflexionar sobre su autoría ya que algunos aspectos no eran visibles ni siquiera a través de fotografías.
Aparte de la imagen escultórica de San Félix (procedente de un retablo más antiguo), Tormo (1912, Las Tablas.., 82-88) ya se dio cuenta de la diversidad de manos, atribuyendo el retablo al Maestro de Peréa y colaboradores. Post (1935, VI, I, 316-20) señalaba con certeza como autor del banco al Maestro de Xàtiva (más las tablas de San Pedro y San Pablo) y al Maestro de los Artés y al de Borbotó para el resto del retablo. Saralegui (1949, El Maestro de Santa Ana…) aceptó el estado de la cuestión. Esta situación no parece del todo resuelta porque de un lado, no puede definirse la correspondencia de las tablas y los pintores a los que se les atribuye (salvo el banco al Maestro de Xàtiva y la tabla de la Virgen de los Ángeles al Maestro de los Artés), y de otro, es más que probable que la cronología del retablo no sea única.
La comparación de estos tres sectores demuestra una mayor antigüedad para las pinturas del Maestro de Xàtiva y la del Maestro de los Artés que, sobre todo para las primeras, deben de estar en relación con un documento publicado por Cerveró Gomis (1960, Pintores Valentinos…, 30) sobre una manda para el retablo de San Félix en 1494; ésta es una fecha que puede aceptarse para la realización de las pinturas. Por otro lado, en la irregular iconografía del retablo Gonzalez Baldoví (1992, Los Museos de Xàtiva…, 86 y 87) indicó la fecha de 1505 como punto de partida para la realización del conjunto por imposición de las figuras de San Juan Bautista y San Eloy, patronos de sogueros y herreros, cuyos estatutos del gremio, del primero citado, fueron aprobados en la fecha indicada. Que este año parece importante es innegable, pues antes de la creación del gremio de sogueros no hubiera sido posible su encargo, como en el caso del gremio de herreros, y la imposición temática en el retablo de San Félix, que eliminaba la propia del santo titular. En cuanto a la cronología de esta parte (San Juan Bautista, el Bautismo de Cristo, San Eloy, el Milagro del Caballo) no debe alejarse (así como la Anunciación, la Adoración de los Pastores, la Crucifixión, y los guardapolvos) de la del retablo de Todos los Santos Quicio Final) de la capilla de los Artés en la cartuja de Portaceli: hacia 1510 (1994, Fuster Serra, 175), pero debe adelantarse a la del retablo de la Transfiguración del museo de Xàtiva: probablemente de 1514.
Al respecto del retablo de los Artés, hoy en el museo de Valencia, resulta, cuanto menos curioso, que, habiéndose renovado la capilla en un estilo tan decididamente renacentista, se encargara el retablo a un pintor que muestra en su manera de pintar los síntomas de la transición de lo medieval a lo renacentista. Parecería más propio haber llamado a Francisco de Osona, que en aquellos años trabajaba para la cartuja, y cuya Epifanía, del museo Victoria y Alberto de Londres, parece reflejar la decoración de la dicha capilla.
Pero hubiera resultado dispendioso haber sustituido un retablo (no muy anterior a 1510) por otro en tan poco espacio de tiempo. Aún más, no parece existir huella de ese supuesto segundo retablo, (en realidad pudo ser el tercero), mientras el otro se conserva casi completo justificado probablemente por la constante atención de la familia Artés a sus deberes con su capilla.
Volviendo al retablo de San Félix, la parte «moderna» comporta la posible participación del maestro de los Artés en una fase más adelantada que cuando realizó la Virgen de los Ángeles, la del Maestro de Borbotó (que según la definición de Post era más suave y delicado pero con menos carácter y equilibrio), y por último, otra mano algo más primitiva y desigual (Bautismo de Cristo, Milagro del Caballo, y Virgen de la Anunciación que podría tratarse del propio Maestro de Xàtiva avanzando hacia el renacimiento casi a la par que sus compañeros de taller. Diferencias que podrían quedar más diluidas en el retablo de la Transfiguración del museo de Xàtiva.
Los tres pintores parecen haber colaborado juntos en varias ocasiones, lo cual no impediría la labor individual en algún encargo concreto, el tránsito de una pintura unitaria de taller a una diferenciación individualizada parece ser la característica de este grupo.
En 1982 (Soler d’Hyver, Valencia, su pintura en el siglo XV), partiendo de la existencia de tablas de estos pintores en Bocairente y Xàtiva y recogiendo una documentación publicada por Cerveró Gomis (1971, Pintores Levantinos…, 27), insinuaba la posible identificación de Pere y Marti Cabanes con alguno de estos tres artistas. La existencia de un Antoni Cabanes, que pintaba en estas fechas, puede cerrar los nombres del círculo del taller.
BILIOGRAFÍA:
Tormo, E.; Las Tablas de las Iglesias de Játiva; Madrid, Establecimiento Tipográfico Jaime Rates: 1912 Post, R.Ch.;A History of Spanish Painting, vol.VI, parte 1; Cambridge-Massachusetts, Harvard University Press; 1935. Saralegui, L.; El Maestro de Santa Ana y su Escuela; Valencia, Institución Alfonso el Magnánimo de la Diputación Provincial de Valencia; 1949 Cervero Gomis, L.; Pintores Valentinos, su cronología y documentación;Valencia, separata de Anales de Cultura Valenciana; 1960 Gonzalez Baldoví, M.; Las Museos de Xátiva; Valencia, Vicent García Editores; 1992 Fuster Serra, Fr.; La cartuja de Portaceli; Valencia, Ayuntamiento de Valencia; 1994 Soler d’Hyver. C; Valencia, su pintura en el siglo XV;Valencia; Banco de Santander; 1982 Cervero Gomis. L.; Pintores Valentinos, Su cronología y documentación; Valencia, rey. Archivo de Arte Valenciano; 1971 |