Esta tabla pertenece al retablo de los Martí-Crespí. Fue pintado en el siglo XV por el Mestre de Xátiva. Todo el retablo merece una visita lenta y tranquila para contemplar cada una de sus veinte tablas. El conjunto se puede decir que es una auténtica catequesis. Se ha colocado un breve resumen muy cerca para ayudar a su contemplación.

El autor ha querido expresar con su pincel el encuentro de dos grandes mujeres, María, la Virgen, y su prima Santa Isabel. Las dos mujeres van vestidas elegantemente, túnicas rojas y mantos dorados estampados, como dos matriarcas. Las dos llevan en el vientre un sol, más grande Isabel, estaba en el sexto mes de gestación, y mucho más pequeño la Virgen María.

El evangelista San Lucas cuenta la escena: cuando oyó Isabel el saludo de María, la criatura dio un salto en su vientre. Llena de Espíritu Santo, dijo Isabel a voz en grito: ¡Bendia tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la Madre de mi Señor?, ¡Dichosa tú que has creído! Porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. (Lucas 1, 39-56)

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