El día que fue elegido Juan Pablo I

Ofrecemos tres escritos dedicadas al Papa publicados en distintos periódicos y diferentes fechas

Juan Pablo II el Grande

No salimos del asombro ante lo ocurrido el pasado fin de semana en Madrid. La visita apostólica del Papa fue todo un éxito. No le cupo más. La organización resultó excelente, los reyes estuvieron en su punto y no digamos el Papa: rejuvenecido, sencillo, afectivo, claro y eficaz. Y no menos el pueblo creyente que fue a verle, a escucharle, a estar con él. En fin, una pequeña gran visita.

A veces los sacerdotes nos desanimamos ante la falta de jóvenes en las parroquias. Sin embargo en Cuatro Vientos había cerca de un millón que no fueron de acampada o al espectáculo de Operación Triunfo sino a estar con el Papa. ¿Qué ocurre?, ¿qué pasa con nuestros jóvenes?. Sí que hay jóvenes cristianos que buscan sentido a sus vidas, si que hay jóvenes que viven el Evangelio, si que hay jóvenes que aman a la Iglesia, si que hay jóvenes comprometidos en la pastoral. La prueba la vimos hace ocho días.

Personalmente me emocionó escuchar los testimonios de la juventud hablando al Papa. Hará falta escarbar en las brasas del fuego y echar más leña; hará falta que los sacerdotes nos acerquemos más a esa juventud para animarla y acompañarla; hará falta hablar claro y sin florituras a los jóvenes de hoy; hará falta presentar el Evangelio tal y como es con sus exigencias y sus compromisos y no abaratar tanto el producto para tener más “clientes”. El Papa nos ha dado a todos una buena lección.

La Iglesia en España está ahí. Nuestros obispos deben ofrecer un programa vivo, real, inteligible, eficaz y desde las parroquias hacer creíble el Evangelio de Jesús.

Hacía falta un mensajero que reventara esperanza y Dios envió a Juan Pablo. No quiero que este mensaje caiga en saco roto. Deseo con toda mi alma que la palabra del Papa, sus gestos, sus miradas su testimonio suponga un empuje a la nueva evangelización que tanta falta nos hace a todos. Ahora poner manos a la obra. No escatimar esfuerzo, trabajo, dedicación, empeño e ilusión en todo lo nuestro.

Mañana celebramos el domingo del buen Pastor, como anillo al dedo. Ojalá los pastores, que debemos ser según el corazón de Cristo, sepamos responder a los retos que la Iglesia tiene por delante y que el Papa acaba de recordarnos a todos.

A.C.B.

PERIÓDICO LEVANTE EL MERCANTIL VALENCIANO
• 10 MAYO 2003

13 de mayo de 1981.
La tarde del atentado

Líder mundial

Hacía años que no se veía cosa igual. El Papa Juan Pablo ha arrasado en España.

Un joven de casi ochenta y tres años ha sido capaz de atraer a cerca de un millón de jóvenes de toda España para hablarles de paz, de amor, de Jesucristo y de compromiso en la fe.

Hemos visto a un Papa rejuvenecido, con voz clara, potente, firme que llama a las cosas con su nombre. Ha sido una “siembra de primavera” que sin duda alguna producirá mucho fruto en la Iglesia española.

No menos acogida se le vio en la plaza de Colón en el centro de Madrid. No hay duda de que el Papa es el líder mundial más creíble, quien no está atado a nadie ni a nada, predica la verdad esté quien esté escuchándole.

La palabra del Papa ha caído en una Iglesia viva. Esta visita era necesaria para la Iglesia. Nos hemos dado cuenta que hay jóvenes que creen en Jesús, que aman a la Iglesia, que buscan el Evangelio, que se comprometen en el apostolado. Hacía falta verlos junto al Santo Padre. Ha sido una buena sesión de oxigeno para todos. Hacia falta ver la plaza de Colón abarrotada de personas que han acudido a rezar, a aclamar al Papa, es verdad, pero también a aclamar a los nuevos cinco santos españoles: Testigos de amor hacia los más necesitados, reclamo para los católicos del siglo XXI. Ha sido una lluvia de gracias de mayo, que también vale por mil.

Todos debemos aprovechar esta “siembra de primavera” que el Papa ha realizado por el campo de la Iglesia.

Salió un sembrador a sembrar.

Nosotros debemos ser la tierra buena para que acogiendo la semilla produzcamos el ciento por ciento.¡Qué lección tan hermosa nos ha dado el anciano Papa ! Cada palabra, cada gesto, cada mirada ha sido un mensaje de esperanza.

Hacía falta un mensajero que reventara esperanza.

Seréis mis testigos ha sido el lema de la visita apostólica. Haremos honor al lema, pues nos proponemos ser testigos del Dios vivo, del resucitado. Vivimos en una sociedad donde hacen falta testimonios creíbles de fe. Donde hacen falta cristianos que den la talla, católicos comprometidos.

Ahora tenemos una buena ocasión para refrescar nuestra fe y nuestra adhesión al Evangelio de Jesucristo. No la desaprovechemos.

A.C.B.

L’INFORMADOR • 10 MAYO 2003

Besando el santo Sepulcro en la Basílica de Jerusalén. Año Jubilar 2000

Tú eres Pedro

Estos días en todas las iglesias con motivo de la solemnidad de los apóstoles San Pedro y san Pablo, se ha hablado del ministerio petrino, que no es otra cosa que la misión del Papa.

Nos dicen los Evangelios y la Teología lo afirma que Cristo eligió a Pedro, el pescador de Galilea, para ser el primero entre sus discípulos, la cabeza visible del grupo, el encargado de confirmar la fe de todos ellos.

Pedro, superado el pecado de las negaciones en la noche del primer Jueves Santo de la historia, profesa por tres veces su amor a Cristo, también junto al lago de Galilea: Señor tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero. Cristo le otorga el Primado.

Pedro predica en Jerusalén, en Antioquía de Siria y finalmente en Roma, la capital del Imperio. Es el primer obispo de Roma y el fundador junto con San Pablo, de aquella Iglesia que será la madre.

En Roma muere crucificado cabeza abajo en la colina vaticana y sobre su sepulcro se levanta la actual basílica de San Pedro.

El Papa, se llame como se llame, es el sucesor de Pedro. Juan Pablo II realiza hoy la misión misma del Apóstol. Nadie niega que posee una fe inquebrantable y una gran audacia. No se cansa de predicar por todas partes anunciando el Evangelio de Cristo. A pesar de su ancianidad y achaques, ahí está cumpliendo su misión. Viajero infatigable, valiente misionero que dice lo que tiene que decir. En su último viaje a Tierra Santa como peregrino tras las huellas de Jesús, agradó a todos sin herir a nadie y no dejó de decir lo que era su obligación como Pastor universal.

El Papa Juan Pablo II es el hombre providencial, uno de los grandes personajes del siglo XX que pasará a la historia como hombre de Iglesia que supo acercar esa Iglesia al hombre y llevando el Evangelio bajo el brazo lo predicó por todo el mundo sin ningún complejo, sin ocultar la verdad, sin miedo y sobre todo infundiendo esperanza, aliento, ánimo, amor.

Cada día su figura se agiganta más y se le valora más.

A.C.B.

PERIÓDICO LEVANTE EL MERCANTIL VALENCIANO
• 28 JUNIO 2003

Primera peregrinación a Lourdes

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *