La tabla de san Sebastián siguió el mismo itinerario que la de santa Elena que sacamos en el número anterior. Estuvo olvidada mucho tiempo en el Instituto de Restauración de Madrid hasta que, desde Xàtiva y Valencia, nos pusimos serios y la intervención de dos grandes personas, doña Carmen Pérez y don Ricardo Sicluna, fue determinante, resultado: la restauración de las dos hermosas tablas. Esta tabla de san Sebastián en 1907 don Elías Tormo la unió a la figura de Ausiàs March y a partir de entonces pasa como su retrato; de hecho muchas instituciones autonómicas utilizan esta figura para representar al personaje valenciano.

Cuantos contemplan esta tabla se extrañan al unirla a la figura del Mártir Sebastián. Aquí aparece vestido de caballero, elegante y con elementos góticos, las flechas en las manos, el cabello y sobre cerámica valenciana del XV. Sin embargo parece ser que Reixart plasmó a san Sebastián colocándole toda una decoración del siglo XV prescindiendo de la época del Santo. Sebastián es un soldado del imperio romano en los primeros siglos y, al convertirse al cristianismo es condenado a morir acribillado con flechas. En la iglesia de las catacumbas de su nombre reposan sus restos y son venerados por los fieles. Las dos tablas proceden del retablo y capilla de santa Ana. Constituyen dos piezas extraordinarias del Museo Colegial.

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