Los dos a estudiar

Terminados los estudios en el Instituto de Xàtiva hay que pensar hacia donde encaminar la carrera que dará por venir a estos jóvenes.

Así que Manolo quiere estudiar Farmacia en Madrid y Adela Magisterio en Valencia. Eso supone que deben separarse. Todavía no son novios formales, pero se quieren mucho y la separación duele aunque sirve para forjar el amor. Por lo tanto ahora lo que toca es estudiar, después vendrá lo otro que también es importante.

Manolo se dedicará de lleno al estudio. Poco sabemos del tiempo transcurrido en Madrid pero suponemos, por los resultados, que Manolo se entregó de lleno a trabajar en lo suyo. Su alma se va forjando, se estira, de esos años de estudio y de separación de los suyos ha de salir un hombre hecho y derecho, Manolo no quiere ser del montón y para eso debe bregar en los estudios, en las virtudes y en el compromiso. En Madid lo aprovecha todo, sus notas son extraordinarias y su humanidad crece a la carrera. Y así las cosas, terminando los estudios de Farmacia, vuelve definitivamente a Xàtiva para
trabajar en la farmacia de su abuelo Joaquín Soler en la plaza del Mercat. Luego se quedaría en propiedad esa misma farmacia desde donde ejercería
sus mayores obras de caridad y sería la plataforma de su santidad.

Adela estudia en Valencia. Vivirá con sus padres y se dejará llenar por la sabiduría y la bondad de su madre, es ella quien llenará de virtudes el
corazón joven de Adela. Estos años de estudio y reflexión servirán para que la espiritualidad de Adela se afianza y crezca, se consolide y se empape de espíritu de oración y de entrega a la Palabra de Dios; la estancia en Valencia favoreció mucho la formación humana y cristiana de Adela.

Ya están juntos de nuevo en Xàtiva. Eso supone que hay que hablar de boda. ¡Ya, tan pronto! Manolo lo tiene claro. Quiere mucho a Adela y desea estar siempre con ella. Sin embargo, Adela no ve clara la postura religiosa de su novio, eso le intranquiliza, debe hablar con él sobre el tema, lo piensa y recapacita en la Capilla ante el Sagrario a ver cómo afronta este tema que para ella es fundamental. Casarse supone vivir siempre juntos y eso  supone compartirlo todo. También la fe y la práctica de la fe, es decir, la vida espiritual. Así las cosas, Adela se decide a hablar de este tema con su novio Manolo.

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